Gaspar Libedinsky (Buenos Aires, 1976) fue entrevistado por Victoria Verlichak en Artes combinadas el 6 de marzo, 2014.
A continuación dos textos que amplían la conversación.
-1- Publicado por revista NOTICIAS el 1° de marzo.
Escultura nómada de grandes dimensiones, el impresionante Monumento al hombre común de Gaspar Libedinsky no rinde tributo “al Prócer’ (héroe real o producto de campañas propagandísticas) ni al Trabajador”. El trabajo de Libedinsky, que vive entre Buenos Aires, Nueva York y Londres, se manifiesta como arte, arquitectura y diseño y discurre alrededor de asuntos relacionados con la ciudad y el cuerpo, la vida cotidiana y el espacio.
El Monumento al Hombre Común está emplazado en la calle central del Centro Metropolitano de Diseño (antiguo Mercado del Pescado) en Barracas; centro de servicios del Distrito de Diseño de la Ciudad de Buenos Aires. La instalación se genera con los “cuerpos textiles” de un grupo de oficinistas. “Módulos de construcción”, la veintena de trajes de vestir usados en Buenos Aires y fueron seleccionados en una sede del Ejército de Salvación.
Uno de los temas abordados por el artista plástico y arquitecto gira alrededor de las jerarquías. En Monumento al hombre común una única soga y un sistema de poleas sostiene y maneja a las prendas formales izándolas como una pirámide humana o, alternativamente, haciéndolas colapsar, como se derrumba de cansancio alguien al fin de día, una empresa que quiebra, un país que estalla. V.V.
-2- Publicado por revista D& N° 140, marzo (fragmento).
“Yo hago el moldeado de argumentos que se manifiesta como arte, arquitectura y diseño, materia prima de mis obras que se desarrollan en torno a la temática de la ciudad y la domesticidad, la apropiación del espacio por el individuo y la generación de identidades urbanas”, dice Gaspar Libedinsky.
Cuando estudió en Architectural Association (AA) de Londres generó su propio programa de estudios y siguió una visión situacionista, que contempla el espacio de la arquitectura como psicogeográfico. “Mi tesis de grado fue acerca de las prisiones, la expresión y uso más extremo de la arquitectura”. Así, entre su deambular por la ciudad sin rumbo fijo, paseando su mirada por el espacio urbano y recogiendo señales, y su preocupación acerca de muros perimetrales y disociaciones, Libedinsky sostiene un vínculo de conflicto con la arquitectura.
El Monumento al Hombre Común está emplazado en la calle central del Centro Metropolitano de Diseño (antiguo Mercado del Pescado) en Barracas; centro de servicios del Distrito de Diseño de la Ciudad de Buenos Aires. La instalación se genera con los “cuerpos textiles” de un grupo de oficinistas. “Módulos de construcción”, la veintena de trajes de vestir usados en Buenos Aires y fueron seleccionados en una sede del Ejército de Salvación.
Uno de los temas abordados por el artista plástico y arquitecto gira alrededor de las jerarquías. En Monumento al hombre común una única soga y un sistema de poleas sostiene y maneja a las prendas formales izándolas como una pirámide humana o, alternativamente, haciéndolas colapsar, como se derrumba de cansancio alguien al fin de día, una empresa que quiebra, un país que estalla. V.V.
-2- Publicado por revista D& N° 140, marzo (fragmento).
“Yo hago el moldeado de argumentos que se manifiesta como arte, arquitectura y diseño, materia prima de mis obras que se desarrollan en torno a la temática de la ciudad y la domesticidad, la apropiación del espacio por el individuo y la generación de identidades urbanas”, dice Gaspar Libedinsky.
Cuando estudió en Architectural Association (AA) de Londres generó su propio programa de estudios y siguió una visión situacionista, que contempla el espacio de la arquitectura como psicogeográfico. “Mi tesis de grado fue acerca de las prisiones, la expresión y uso más extremo de la arquitectura”. Así, entre su deambular por la ciudad sin rumbo fijo, paseando su mirada por el espacio urbano y recogiendo señales, y su preocupación acerca de muros perimetrales y disociaciones, Libedinsky sostiene un vínculo de conflicto con la arquitectura.
(…) La reflexión de Gaspar acerca de las jerarquías se verifica claramente en sus “obras textiles”. La escala doméstica de las pantuflas hechas con tejidos de alfombra de la muestra Arquitectura para el cuerpo (Malba), contrasta con la escala del Monumento al hombre común (Centro Metropolitano de Diseño). Esta escultura blanda, izada por una única soga y un sistema de poleas -capaz de ser “desinflada” en un solo movimiento-, conformada por uniformes formales (trajes de vestir usados) se contrapone con los uniformes de Mr. Trapo inspirados en la actividad informal de los “trapitos”, cuyos paños terminaron en Vitraux.
Libedinsky acaba de mostrar su serie Mr. Trapo -primero exhibida en el programa para artistas de Universidad Di Tella / Beca Kuitca- en Nueva York, en galería Praxis de Chelsea, a pasos del Highline. Desplegó esas creaciones de vestimenta masculina confeccionadas con paños de limpieza que cambiaron su destino, renaciendo bajo la forma de ropas deportivas y conjuntos de vestir, en los que queda de manifiesto “el deseo intrínseco del trapo por ser una determinada prenda”. V.V.
Libedinsky acaba de mostrar su serie Mr. Trapo -primero exhibida en el programa para artistas de Universidad Di Tella / Beca Kuitca- en Nueva York, en galería Praxis de Chelsea, a pasos del Highline. Desplegó esas creaciones de vestimenta masculina confeccionadas con paños de limpieza que cambiaron su destino, renaciendo bajo la forma de ropas deportivas y conjuntos de vestir, en los que queda de manifiesto “el deseo intrínseco del trapo por ser una determinada prenda”. V.V.