Silvia Arrozes hizo coincidir el pasado fin de semana largo argentino de octubre con la preinauguración del verano 2014/2015 en su galería de Punta del Este. Gran afluencia de público para la presentación de la refinada muestra del artista uruguayo Ricardo Pascale que, en esta ocasión parece dibujar con (no sobre) madera y que en diciembre abrirá el calendario de exhibiciones, con frecuencia semanal de recambio. V Verlichak estuvo allí; vio el bello resultado en Galería Del Paseo (Ruta 10, Km 164, Manantiales), también con espacio en Lima, Perú. Ricardo Pascale es presentado por un poético texto de Marco Maggi “Heisenberg en la playa”, en alusión, claro, al principio de incertidumbre trabajado por el físico alemán Werner Karl Heisenberg. Los dos artistas serán reunidos también en la Bienal de Venecia 2015: Marco Maggi será el artista del Pabellón uruguayo y Ricardo Pascale será el comisario.
A continuación publicamos el Texto de catálogo de exhibición de Ricardo Pascale en 2006, en Galería del Paseo, Manantiales, Punta del Este.
Desde el volcán
Por Victoria Verlichak
Ricardo Pascale (Montevideo, 1942) edifica una obra en donde coexisten el pasado y el presente, lo orgánico y lo constructivo, la calidez y la consistencia; momentos y estados complementarios sintetizados en inesperadas redondeces, curvas a punto de echarse rodar y filosos totems elevados hacia el cielo. Así, el artista utiliza antiguas y duras maderas como soporte de sus ideas, buscando crear nuevas formas e inaugurar inéditos significados en los intersticios de lo dado por la naturaleza y lo ya fabricado en serie por el hombre.
Esta nueva colección de esculturas, “Desde el Vulture”, fue concebida en la vecindad del magnífico y hoy tranquilo Monte Vulture, al este de los Apeninos en el sur de Italia. Este volcán en extinción con diversos centros eruptivos, que tiene en una de sus pendientes dos cráteres que albergan bellos lagos de un verde profundo rodeados de vegetación, queda cerca de la casa paterna del artista.Vitales y más ligeras, las piezas de esta exposición vuelven a mostrar la riqueza de los leños –con sus nudos, tramas y texturas–, moldeados bajo la mano y la máquina diestra del artista de tal manera que aparecen capturando un aire inmemorial. Nuevamente, la recuperación de fragmentos de maderas, con vidas pasadas, inicia el despacioso y gozoso proceso de producción de Pascale, que se deja inundar por el material y dibuja los perfiles que éste le sugiere, siempre permitiendo que las contingencias alteren el rumbo elegido.
Las obras en exhibición confirman la coherencia artística de Pascale y su intensa relación con la madera, a la que trata con paciencia y amorosa deferencia. Esculturas nómades, bordean lo natural y lo artificial. Mientras sus colores parecen señalar la cualidad mineral del entorno en donde fueron imaginadas, sus protectoras formas parecen inspiradas en el afecto del artista hacia sus ancestros. V.V.
