Un taller, un lugar, un tiempo

Curada por Sergio Edelsztein, la pieza fue rodada durante seis meses y propone varias narraciones paralelas pero convergentes. En el primer nivel se ve en una gran pantalla a un grupo de personas transitando por túneles arqueológicos y recientes (en los alrededores de Haifa); ¿es una comunidad utópica?
En un piso más abajo una pantalla solitaria muestra a una suerte de DJ que manipula decenas de cables, decenas de voces normales y altisonantes, decenas de sonidos provenientes incluso del tránsito de esas personas por las cavernas junto a un hoyo; ¿es un gran hermano, un manipulador?
En el último subsuelo tres pantallas muestran los exteriores de la zona de los túneles y aspectos de la travesía del grupo, señalan su llegada a un estudio a través de ese agujero que se vio antes, muestran al grupo -escultores colegas del artista israelí- que se ponen a modelar sus autorretratos; al terminar sus propias imágenes les adosan micrófonos. Así, los artistas en simultáneo gritan, hablan con sus respectivas imágenes, lloran, y más. ¿El artista ironiza sobre los “workshops” (talleres o clínicas)? Pasen y vean al 9 de noviembre, en Av. San Juan 328.