viernes, 16 de mayo de 2014

La isla de los muertos

Artes Combinadas, La isla de los muertos,  Arnold Böcklin, Victoria Verlichak


La imagen que identifica el programa es “Die Toteninsel” (La isla de los muertos), de Arnold Böcklin (1827, Basilea-1901, Fiesole). Victoria Verlichak vio la pintura por primera vez en Berlín, una fría tarde de enero; la cautivó por su aura misteriosa y por su insinuación de infinitud. Representa a una figura envuelta en blanco, de pie junto a un féretro en un bote a remo, que se aproxima por tranquilas y oscuras aguas a una islita rocosa presidida por altos cipreses y extraordinarios cielos vespertinos. Alumbrada por una luz sobrenatural, la serena naturaleza forma parte de un panorama que, sin embargo, sugiere la turbulencia de un duelo íntimo. Plena de recogimiento y dolor, la pintura es un indicio de la desaparición de un ser querido, cuya identidad el espectador desconoce, que merece el acompañamiento final prodigado, quizá, por una viuda en duelo. Poderosa y melancólica, la imagen refleja respeto y resignación, antes que resistencia, por el triunfo inevitable de la muerte.