Proyecciones metafísicas, en Fundación Telefónica

La memoria y el futuro de las comunicaciones a través de un trayecto participativo y un itinerario estético y quimérico y en el nuevo Espacio Fundación Telefónica.
Por Victoria Verlichak


Las alas del “mensajero” que iluminan la fachada del Espacio Fundación Telefónica, EFT, insinúan los cambios operados por la institución más allá de su adecuación arquitectónica, que incluye salas de exposiciones, auditorio acondicionado con tecnología de última generación, aula taller. Las muestras inaugurales establecen el tono y acompañan el ritmo de las vertiginosas transformaciones tecnológicas que conducen al protagonismo actual de la cultura digital.

Hermes el Mensajero, de Hernán Marina

La intervención de Hernán Marina -con 300 metros lineales de tubos de neón de color turquesa- que alumbra la antigua Central (telefónica) Juncal en Buenos Aires sintetiza el nuevo proyecto de la Fundación. El pie con alas de “Hermes, el mensajero” es un recorte de la imagen del dios griego de la comunicación. A tono con lo que posibilitan las aplicaciones de la tecnología y la cultura digital, la instalación lumínica anuncia velocidad y transmisión de conocimiento.
La sugerida presencia del brillante heraldo augura la posibilidad del entendimiento y el arte de interpretar, quizás, los significados ocultos de “El ecosistema de las comunicaciones” -con artefactos que proponen a los visitantes vivir distintas experiencias, formas de creatividad y aprendizaje- y de la bellísima videoinstalación “Estado de emergencia” de Charly Nijensohn, con asombrosas imágenes de territorios desconocidos.

Un poco de historia

Parte del paisaje de Buenos Aires, el Espacio Fundación Telefónica -perteneciente a la empresa del mismo nombre- inauguró esta sede en 2003, donde albergó múltiples actividades, ilustrando el devenir y desarrollo de las técnicas visuales y de la tecnología de punta en las comunicaciones hasta llegar a la cultura digital y al cine expandido, presentes en las actuales muestras.

Uno de los artistas que primero ocupó las salas con sus artefactos, registros e intercambios fue Edgardo Antonio Vigo (La Plata, 1928-1997), impulsor en la Argentina del “arte-correo”. Se sucedieron las muestras de video, obras sonoras, de robótica, las derivadas de la telefonía -en tanto medio de comunicación y en cuanto aparato tecnológico- como la de Martín Bonadeo.

La propuesta de Rafael Lozzano-Hemmer trascendió las orillas de lo audiovisual y la tecnología de vigilancia, modificando las omnipresentes tecnologías de control y liberando el lado lúdico del público. Jim Campbell, pionero del uso de tecnología lumínica de los LEDs, para traducir visualmente estructuras dinámicas de información, encendió la fantasía del espectador con sus “haikus visuales”.

Entre otros artistas, se presentaron Marta Minujín con su reconstruido “Minuphone” y Leandro de Katz abordando “la tecnología de la imagen reproducida”. Daniel Canogar otorgó nueva vida a tecnologías declaradas obsoletas, intentando “reanimar lo inanimado” reutilizando lo considerado arqueológico, como cintas de video, o lo que está por ser descartado, como los DVD.

¿Ma, qué es un telex?

Precisamente, con la interactividad como premisa, la muestra “El ecosistema de las comunicaciones” que recibe al público en el primer piso, compendia prácticas e instrumentos de comunicación que van desde las palomas mensajeras, botellas con mensajes, teléfonos antiguos, teléfonos utilizados por mineros y en los submarinos cartas, telegramas, fax, telex, computadoras, radios, pagers, home mail, celulares, códigos QR (código de respuesta rápida) hasta smarpthones de última generación. Todos los aparatos funcionan y pueden ser manipulados por los visitantes.

El artista y curador brasileño Marcello Dantas, que creó nueve museos interactivos en el mundo, junto con Alberto Quevedo y Tatiana Durigan, trabajó con el concepto de interactividad y la combinación de tecnologías para organizar “El ecosistema de las comunicaciones”, la muestra semipermanente que reúne “evidencias -materiales e inmateriales- de cómo la humanidad encontró maneras de comunicarse en sociedad, entre individuos o entre tiempos”.


Por caso, el telex es una herramienta en desuso y son muchos los jóvenes que no saben siquiera de su existencia o significado. El telex, que puede utilizarze en la sala del EFT, es un dispositivo telegráfico de transmisión de datos utilizado, entre otros, por periodistas a través de un operador para enviar despachos noticiosos. El telex tuvo gran importancia en la vida de quien firma estas líneas. Cuando en 1979, la periodista firmó con su apellido real (Vrljicak) varios artículos periodísticos enviados desde Nueva York para una publicación venezolana, el editor de Caracas comenzó a reclamar, también por telex (no existía el correo electrónico), que “al apellido le faltan las vocales”. En ese momento, alguien cercano y con más experiencia como periodista, sugirió el cambio de firma en base a la fonética del apellido; quedó Verlichak.

Aquí los espectadores -chicos y grandes- con su presencia y comportamiento modificarán las obras: dispositivos de comunicación de ayer, de hoy y de mañana.

El naufragio de los hombres

Actos de intensidad

En la próxima sala, la conmovedora videoinstalación de Charly Nijensohn (Buenos Aires, 1966) -conformada por tres obras- invita a una travesía contemplativa cruzando por portentosas geografías solitarias. Su experiencia perceptiva ante “Estado de emergencia” es impredecible, pero es posible que advierta algún tipo de conmoción, no menos porque se exhibe por primera vez en Buenos Aires como cine expandido acompañada por un sonido inmersivo, creado por el compositor y artista Edgardo Rudnitzky (Buenos Aires, 1956).

El visitante se verá rodeado por 12 proyecciones sincronizadas, que emiten en sin fin y en grandes pantallas tres videos de los últimos 10 años: “El naufragio de los hombres”, “Dead Forest Storm”, “El éxodo de los olvidados”. Las tres piezas parecen explorar límites terrenales y aventuras existenciales, tienen en el centro el hombre y a la naturaleza, con las contingencias del clima y el agua presente en todos sus estados. ¿Búsqueda metafísica, denuncia ecologista, confrontación entre el hombre y la naturaleza? Estalla el sentido en la sucesión de maravillosas imágenes de “Estado de emergencia”.


Nijensohn vive y trabaja en Berlín. El artista y su equipo arman su “campamento de trabajo” en las zonas donde filman; vivieron en cabañas de sal, en tiendas en la selva amazónica e hicieron montaña en los hielos vecinos a El Chaitén, Patagonia. Las obras tienen como partícipes necesarios a los habitantes del lugar; ellos son los protagonistas de estas inesperadas y/o provocadas tensiones con lo natural.


En “El naufragio de los hombres” (2008) la lluvia torrencial (entre enero y febrero) funde cielo y tierra, irradiando una luz sobrenatural. El video fue realizado en el Salar de Uyuni, a 3.000 m. sobre el nivel del mar, con la comunidad aimará del pueblo de Colchan (Bolivia) cuando el salar es cubierto completamente por agua, generando un mágico espejo natural que se extiende a lo largo de toda la línea de horizonte.

La obra “Dead Forest Storm” (2009) aparece como una fantasmagórica ensoñación, filmada en la región de Amazonia, junto a integrantes de la comunidad Waimiri Atroari. Nijensohn dijo a NOTICIAS que descubrió el sitio por azar. “A mediados de los años ‘70, el gobierno brasileño autorizó la construcción de la represa hidroeléctrica de Balbina para abastecer de energía a la ciudad de Manaos. Como resultado de este emprendimiento, se creó el mayor lago artificial de Sudamérica, inundando una parte sustancial de la selva amazónica y forzando el desplazamiento de la tribus Waimiri y Atroari de sus territorios ancestrales”; estos pueblos se fusionaros y sus descendientes son los que flotan en medio de la devastación producida por la depredadora “civilización”.

“El éxodo de los olvidados (2011) habita el magnífico paisaje apenas explorado, casi virgen de los vastos campos de hielo Patagónico. Revela el desafío que enfrentan un grupo de escaladores, parte de los cuales, conforman un equipo de rescate de alta montaña en esas regiones inaccesibles del “fin del mundo”. El esplendor y la incertidumbre, el coraje y el peligro, mano a mano en una marcha tan bella como estremecedora.

Imágenes del video El naufragio de los hombres