martes, 10 de marzo de 2015

Los viajeros invisibles (acerca de "La Bestia" de Isabel Muñoz)


VVerlichak escribe sobre los protagonistas de una feroz travesía retratada por la española Isabel Muñoz. Las imágenes de “La bestia” reflejan un drama con desdichas y necesidades insatisfechas, políticas perversas y crueldades inimaginables, exhibidas en el Centro Cultural Recoleta.


Los viajeros invisibles

Se trepan sobre vagones de varios trenes, viajan durante días con hambre, frío y sueño, con terror de asaltos y accidentes. La tragedia se repite desde hace demasiado tiempo, pero en la prensa local no hay noticias de las desventuras de los seres humanos que se animan a subir a “La bestia”, el tren de carga que recorre México de sur a norte. Son miles los inmigrantes centroamericanos que mueren, año tras año, mientras viajan buscando llegar a la frontera con los Estados Unidos. Si sobreviven, la feroz travesía por desiertos y montañas, los desesperados provenientes de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua, luego deberán enfrentan a las autoridades norteamericanas; pero este es otro problema.

Pese a las dificultades y heridas, vejaciones y violaciones que padecen estos indocumentados, la muestra de Isabel Muñoz constituye una afirmación de vida. Su imágenes, “La bestia” (Centro Cultural Recoleta), encuentran belleza y ternura donde escasean. Pone en primer plano un drama repleto de desdichas personales, necesidades insatisfechas, políticas perversas, crueldades inimaginables. Registra a los que están en viaje: mujeres y bebés, niños, hombres, travestis. Presenta retratos y testimonios recogidos por Muñoz y por el periodista salvadoreño Oscar Martínez, investigador experto de este tema y compañero de los tres viajes realizados por la consagrada fotógrafa.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Berni en el MALBA




Hasta febrero se podrá ver la reunión cumbre de Juanito y a Ramona, con sus pesadillas, en una muestra única que presenta obras nunca antes vistas en la Argentina.


Berni en el MALBA



Artes Combinadas: Antonio Berni

Por Victoria Verlichak


La lograda exhibición “Antonio Berni: Juanito y Ramona”, en MALBA, presenta a estos personajes icónicos creados por la imaginación y el talento del artista; fantasía que incluso hizo crecer alucinaciones en la mujer, plasmadas en coloridos “monstruos”. Antonio Berni (Rosario, 1905-Buenos Aires, 1981) es figura ineludible en el arte de la Argentina por su versátil obra, por el uso del ensamblaje de materiales de descarte y audaces experimentos con técnicas de grabado. Anclado en convicciones políticas de izquierda y comprometido con su tiempo, el artista apunta críticamente a la sociedad de consumo a través de las múltiples representaciones de Juanito y de Ramona.

Días antes de la multitudinaria inauguración, cuando en el buscador de Google se preguntaba por Berni aparecía mencionado primero el xenófobo actual secretario de Seguridad de la Nación Sergio Berni, antes que el reconocido artista, grabador, pintor, muralista argentino. Es probable que la concurrencia masiva a la exposición de Antonio Berni -que conoció gran éxito en vida- y su merecida visibilidad periodística, reviertan este hecho.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Eduardo Médici: Lo otro de la vida

Eduardo Médici inauguró “Escenas de la vida cotidiana (y algo más)”, pinturas en Galería Rubbers. E. Médici fue uno de los seis artistas con los que V Verlichak trabajó para su libro “En la palma de la mano. Artistas de los Ochenta”. Aquí el capítulo destinado al artista, psicólogo y maestro. Ver más…Eduardo Médici inauguró “Escenas de la vida cotidiana (y algo más)”, pinturas en Galería Rubbers. E. Médici fue uno de los seis artistas con los que V Verlichak trabajó para su libro “En la palma de la mano. Artistas de los Ochenta”. Aquí el capítulo destinado al artista, psicólogo y maestro.


Eduardo Médici: Lo otro de la vida

Eduardo Médici construye serenamente desde hace casi veinte años una obra tan sigilosa como estremecedora que tiene al propio cuerpo como soporte principal de sus ideas.

Aun en estos días de cambios personales, cuando no se siente feliz ni con su vida ni con su tarea -que considera lo único que vale la pena-, él se sigue exponiendo y muestra “lo que uno niega”. Durante años no se guardó nada y entregó en pinturas e instalaciones, su cuerpo, su sexo, sus entrañas, sus deseos que decantaron metáforas y revelaron “el lado no iluminado de la vida”.

Con su deliberada ambigüedad, los vidrios y velos -delicados tejidos, enigmáticas transparencias- que acaba de incorporar a su trabajo, realizado también con impresión y fotografía, provocan al observador a encontrar por sí mismo sensaciones apenas sugeridas y significados que se intuyen insondables y desconcertantes.

Las obras “Entre mí y mí”, la muestra de agosto 1996 en la galería Der Brücke, consolidan el tránsito de la pintura al uso de material fotográfico, informan sobre la coexistencia del palimpsesto y los lienzos vaporosos, proclaman la fragilidad de la identidad, entrevista en fragmentos reflejados en espejos quebrados. “Dios mío, Dios mío ¿a quién asisto? ¿Cuántos soy? ¿Quién es yo? ¿Qué es este intervalo que hay entre mí y mí?” se preguntó con el entrañable poeta portugués Fernando Pessoa.

viernes, 7 de noviembre de 2014

León Ferrari: Un largo camino

El sábado pasado, en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, dependiente del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad se inauguró la exposición “La donación León Ferrari”. Se trata de un conjunto de 72 dibujos que la familia del artista argentino. “La donación León Ferrari” exhibirá la donación junto a otros tres conjuntos de obras de su autoría: una selección de piezas del patrimonio del Museo, un pequeño conjunto de dibujos que la Fundación Augusto y León Ferrari presta para esta exhibición, y un importante conjunto de pinturas y esculturas que el Museo recibe en comodato (préstamo prolongado) por cinco años. Cuando murió en 2013, V Verlichak sostuvo que Ferrari: "Fue un hombre muy generoso, pero su gran ejemplo es que nunca usó la historia de su hijo desaparecido para escalar posiciones o para manipular la situación de los derechos humanos. (…) Atravesó muchos desiertos y llegó a la cima del reconocimiento luego de muchos años de lucha solitaria. En Brasil, donde vivió exiliado, fue muy apreciado, pero cuando llegó a la Argentina las nuevas generaciones no lo conocían. Pasó mucho tiempo hasta lograr el reconocimiento que tiene hoy". A continuación un perfil de Ferrari por V Verlichak.

León Ferrari - Un largo camino

Por Victoria Verlichak
(Desde Buenos Aires)


Apenas un mes después de haber cumplido 87 años, en octubre de 2007, la 52ª Bienal de Venecia premió al argentino León Ferrari con el “León de Oro” a un artista presente en la Muestra Internacional “Pensar con los sentidos - Sentir con la mente. Arte en tiempo presente”. El jurado de la Bienal distinguió a Ferrari por su “larga carrera y sustancial trayectoria” y “también por una relevancia estética contemporánea que resulta inesperada para una práctica que se extiende por seis décadas”. Entre las obras desplegadas en el Arsenale se incluyó “La civilización occidental y cristiana”, icónica pieza de 1965, además de varias heliografías, esculturas en poliuretanos y collages de las series “Nunca más” y “L‘Osservattore Romano”.




lunes, 3 de noviembre de 2014

Mes del Arte Fueguino. Estar allá


V Verlichak estuvo invitada a la inauguración de Bienal MAF, en Ushuaia. Curado por María Teresa Constantin y coordinada por Gustavo Groh, el encuentro trabaja sobre el tema del “Islario” (descripción de las islas de un mar, continente o nación), “para crear nuevos mapas”. El encuentro organizado por la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Ushuaia, el Museo Marítimo de Ushuaia - Galería de Arte y la Secretaría de Cultura de Tierra del Fuego, con artistas de Tierra del Fuego y artistas invitados del sur de Chile y Argentina, medita acerca de las islas geográficas, las islas humanas, y despliega sus visiones en las instituciones y geografía de Ushuaia capital la gran isla que es Tierra del Fuego. Como V Verlichak no pudo asistir, aquí publica su crónica del MAF de 2011.

Mes del Arte Fueguino

Estar allá

Por Victoria Verlichak

Rosana Rojas Ramoa
Espacio de encuentro, el Mes del Arte Fueguino, MAF, pretende ser “otro centro” antes que un límite. Reúne 27 proyectos de artistas que viven y trabajan en Ushuaia (aunque mayormente, nacieron en otros lugares) y que derraman inteligencia y creatividad, antes que derroche de tecnología y recursos económicos. El conjunto de intervenciones de MAF, recontextualizan el espacio de paseos públicos, museos y centros culturales de la ciudad más austral del mundo, en Tierra del Fuego. MAF es una creación institucional de la región y, esta primera edición, tiene guión curatorial de Matilde Marín y coordinación del artista fueguino Gustavo Groh; cuenta con la participación y financiación de las de las instancias institucionales, principalmente, del Municipio, con la colaboración de la Provincia y del Museo Marítimo y Galería de Arte de Ushuaia, la antigua prisión manejada en forma privada donde se exhiben muchas de las obras y señalizaciones de otras que se hallan en el espacio público.

jueves, 30 de octubre de 2014

Gustavo Groh “El agua que apagó el fuego” (2004/2005)


Fragmento, 18 fotografías en blanco y negro, copia gelatina plata, 10 x 13 cm.

Por Victoria Verlichak

La extraordinaria serie “El agua que apagó el fuego” de Gustavo Groh es algo más que un testimonio visual de las huellas del diferendo limítrofe por el Canal Beagle, entre la Argentina y Chile. La serie muestra un mundo y un punto de vista.






Tomadas con una cámara estenopeica en Ushuaia, Tierra del Fuego, las imágenes descubren las aguas en disputa, centro del conflicto que se inicia a comienzos del siglo pasado y que tiene uno de sus puntos culminantes en 1978, cuando los aprestos bélicos tornan casi inevitable un desenlace trágico. La guerra no se produjo. Estas son las sensibles postales de un desatino, que consumió durante años dinero y energía a ambos países.


lunes, 27 de octubre de 2014

Contra la censura: Carta Abierta Bienal de San Pablo


V Verlichak encontró “Carta Abierta a la Bienal de San Pablo” en el sitio web de la editorial Arte al Día Internacional (creadores de Lima Photo, Buenos Aires Photo, Pinta NY, Pinta Miami, y otros). Fue escrita para llamar la atención contra un grave episodio de censura realizado contra el estado de Israel, en el marco de ese encuentro artístico, y firmada por artistas, directores de galerías, coleccionistas latinoamericanos como Patricia Phelps de Cisneros, escritores como Plinio Apuleyo Mendoza, periodistas como Diego Costa Peuser (BA/Miami), Robin Cymbalest (Nueva York), curadores como Jaime Cerón (Bogotá), Gabriel Pérez Barreiro (NY), Luis Pérez Oramas (NY), Sonia Becce (BA).

Los artistas y curadores que promovieron la censura -solicitando que se eliminara el logotipo del estado de Israel, patrocinador a través de su consulado en San Pablo de artistas israelíes, del frente del pabellón y sitio web- juegan con fuego; cuando venga alguien y pida que saquen sus obras y/o auspiciantes de algunas de sus muestras, ¿qué harán? ¿Pedirán ayuda diciendo que fueron censurados? Será tarde, la censura es negativa, siempre. V Verlichak está de acuerdo con esta carta contra la censura y por eso la difunde.

Carta Abierta Bienal de San Pablo

Durante la última semana el mundo del arte contemporáneo, especialmente en América Latina, ha vivido una fuerte tensión, fruto de una desafortunada situación de conflicto que nubló la apertura de la 31 Bienal de Sao Paulo. Días antes de la inauguración, un conjunto de artistas participantes en la Bienal solicitó a los organizadores que fuera retirado de los créditos institucionales de los patrocinadores de la bienal el escudo que representaba simbólicamente la presencia de una nación -en este caso el estado de Israel-.

jueves, 23 de octubre de 2014

Fabio Mauri: El lenguaje es guerra

Publicado en revista NOTICIAS, el 20 de septiembre, 2014.

Por Victoria Verlichak

Tres exposiciones en Fundación Proa representan integración y fusión entre lo antiguo y lo nuevo, como en “Lo Clásico en el Arte” y “Fabio Mauri”, que transita la relación entre memoria, arte e ideología; ambas curadas por Giacinto Di Pietrantonio. Por su parte, “Final del juego” es el inteligente homenaje a Julio Cortázar en el centenario de su nacimiento en Espacio Contemporáneo; exhibición abierta que, como la gran fachada de vidrio de Proa, invita a la interacción con los espectadores.

Su propio camino

El panorama antológico “Fabio Mauri” promueve la curiosidad hacia el artista multidisciplinario que logra conmover con su trabajo en la escultura, pintura, ready made, instalación, performance, teatro, video y cine, así como en la teoría y docencia. A pesar de su participación en seis bienales de Venecia y en Documenta de Kassel, el valioso y provocador arte, de rasgos “anárquicos”, de Fabio Mauri (Roma, 1926-2009) era hasta hoy desconocido aquí. “Mauri se concentra en el componente ideológico de la lingüística”, sostiene Di Pietrantonio ya que, como sintetiza el título de uno de los libros del artista, “El lenguaje es guerra”.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Ricardo Pascale: Desde el volcán


Silvia Arrozes hizo coincidir el pasado fin de semana largo argentino de octubre con la preinauguración del verano 2014/2015 en su galería de Punta del Este. Gran afluencia de público para la presentación de la refinada muestra del artista uruguayo Ricardo Pascale que, en esta ocasión parece dibujar con (no sobre) madera y que en diciembre abrirá el calendario de exhibiciones, con frecuencia semanal de recambio. V Verlichak estuvo allí; vio el bello resultado en Galería Del Paseo (Ruta 10, Km 164, Manantiales), también con espacio en Lima, Perú. Ricardo Pascale es presentado por un poético texto de Marco Maggi “Heisenberg en la playa”, en alusión, claro, al principio de incertidumbre trabajado por el físico alemán Werner Karl Heisenberg. Los dos artistas serán reunidos también en la Bienal de Venecia 2015: Marco Maggi será el artista del Pabellón uruguayo y Ricardo Pascale será el comisario.



miércoles, 15 de octubre de 2014

Diana Dowek. Mujeres queridas

Publicado en ArtNexus N° 94 (2014)


Por Victoria Verlichak

Diana Dowek (Buenos Aires, 1942) desea que sus contemporáneos encuentren en su obra “un momento de sus vidas colectivas”. En su indagación ideológica y conceptual, la artista trabaja en series poniendo en cuestión los acontecimientos de este tiempo. La trayectoria de Dowek confirma que dirige su mirada y su hacer hacia la fractura de la sociedad, pintando silencios y excluidos, cercos y multitudes.

Las obras iniciales de la artista tuvieron como contexto la difícil década del ‘70, que encuentra a la Argentina en una agitación abismal por el recrudecimiento de la guerrilla y la acción del escuadrón de la muerte Triple AAA, el regreso y muerte de Perón, y la instauración de la dictadura militar iniciada en 1976. Su políptico “Lo que vendrá” (1972) anticipó las decenas de enfrentamientos (desiguales) que tendrían como escenario las calles del país durante las próximas décadas; de hecho una pintura de esa serie pareciera reproducir el momento en que la policía bonaerense, ya en democracia, asesinó a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki en 2002 en una estación de tren.

La obra Dowek, que comenzó a exhibir en 1967, no clausura sino que expande el sentido de lo que se percibe. Sus pinturas y dibujos, técnicas mixtas, instalaciones, videos, descubren lo público y producen una conmoción privada. Su muestra de 2013, “Memorias Urbanas” curada por Kekena Corvalán -coautora también del libro “Diana Dowek. La pintura es un campo de batalla” (Buenos Aires, 2013)-, volvió a ocuparse de encierros y desgarramientos, de vulnerabilidades de aquellos que están a la intemperie.


En el medio, de estas cuestiones, Dowek -¿se dio un respiro?- decidió dibujar a mujeres que admira. En “Mujeres queridas”, retratos exhibidos en galería Jacques Martínez, Dowek abandonó las imágenes de seres anónimos y la transferencia fotográfica que suele plasmar en sus trabajos desde 2002.

martes, 14 de octubre de 2014

Ruth Benzacar: El esfuerzo vale la pena (1989-2000)

Por Victoria Verlichak


A su muerte, Ruth Benzacar es la mejor galerista de Buenos Aires. Con 35 años de carrera, y gracias a su apasionada tarea, su nombre es sinónimo del arte argentino, tanto aquí como en otras geografías. Ruth hace de la galería también un punto obligado de visita para cuanto extranjero desee conocer el panorama local de las artes visuales. Pero, ella los visita primero, no una sino decenas de veces. Después de todo, Buenos Aires es una intrigante y remota ciudad que queda lejos de los centros de poder.


 ¿A quién se le ocurre? Apenas dos años después de establecer su casa-galería en Caballito, en 1967 va por primera vez a Nueva York con su marido, que la acompaña en sus sueños y que la deja hacer y decidir. Camina como nadie la ciudad de los rascacielos y lleva adelante un proyecto tan sencillo como improbable. Nadie la conoce, ni conoce a casi nadie. Aún no descienden sobre Buenos Aires los visitantes internacionales que luego convergen alrededor del Di Tella. Pero Ruth comprende que, tras la segunda guerra mundial, Nueva York es la capital del arte. Allá va, armada con docenas de cartas y un prolijo audiovisual de 40 minutos, con 225 imágenes de 20 artistas argentinos y locución en inglés.[1]

La patriada la pinta de cuerpo entero. Allí se queda 40 días, visita galeristas famosos e ignotos, directores y asistentes de museos, y muestra (en el MoMA y el Guggenheim) a Roberto Aizenberg, Juan Battle Planas, Antonio Berni, Ernesto Deira, Juan Carlos Castagnino, Carlos Alonso, Rogelio Polesello, Víctor Chab, Vicente Forte, entre otros, al son de la música de Astor Piazzola.

miércoles, 8 de octubre de 2014

Gilad Ratman: Un taller, un lugar, un tiempo

Con una excelente producción y realización, la videoinstalación de Gilad Ratman (Haifa, Israel, 1975) es conceptualmente provocadora y visualmente intrigante; convoca al pensamiento. El sábado pasado, en “Parece que viene bien” -el programa de Pablo Gorlero, los sábados de 17 a 20 hs., en La Once Diez (Radio Ciudad, AM 1110)-, V Verlichak comentó la exhibición “The Workshop” desplegada en el Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires, MACBA.

Un taller, un lugar, un tiempo

Espacio de exhibición dedicado a la abstracción geométrica, que acaba de cumplir dos años, inicia con “The Workshop” una apertura hacia otras expresiones y experiencias artísticas. La obra, que se exhibió en la 55º Bienal de Venecia (2013) en el pabellón de Israel, consiste en una instalación de cinco pantallas que ocupan tres salas del museo.
Curada por Sergio Edelsztein, la pieza fue rodada durante seis meses y propone varias narraciones paralelas pero convergentes. En el primer nivel se ve en una gran pantalla a un grupo de personas transitando por túneles arqueológicos y recientes (en los alrededores de Haifa); ¿es una comunidad utópica?

lunes, 6 de octubre de 2014

Ruth Benzacar: Estar en la avanzada (1983-1988)

Por Victoria Verlichak



Ruth Benzacar se halla preparada para un cambio. Sabe que, como galerista, no está en el mercado para satisfacer una necesidad básica y que precisa tesón, pericia y la visión de un economista, junto al respaldo de un inversionista, que busca y encuentra. Es el empujón necesario para comenzar a caminar por una desafiante senda de gratificación y discusión cultural, equilibrio y dificultad financiera.

De este modo, casi en coincidencia con las elecciones en el país, el 10 de octubre de 1983, Ruth Benzacar inaugura el espacioso subsuelo debajo de la Plaza San Martín, en el cruce de Florida y Avenida Santa Fe, que actualmente habita la galería homónima. Tal como titula la prensa, Ruth es “(…) una mujer que se atreve a modificar la geografía de Buenos Aires. Florida tendrá su número mil en un ingenioso espacio cultural”. [1]


La muestra inaugural es casi de museo: El Anti-Rinoceronte. Periódico Martín Fierro: Las primeras vanguardias, con el Grupo Martín Fierro: Colectiva: Aquiles Badi, Héctor Basaldúa, Antonio Berni, Norah Borges, Horacio Butler, Víctor Cúnsolo, Pablo Curatella Manes, Juan Del Prete, Pedro Figari, Ramón Gómez Cornet, Alfredo Guttero, Emilio Pettoruti, Lino Enea Spilimbergo, Alejandro Xul Solar, Alberto Prebisch. La exposición, que reconoce y celebra a las vanguardias, es toda una declaración de principios; la galería Ruth Benzacar también aspira a estar en la avanzada del arte.


viernes, 3 de octubre de 2014

Ruth Benzacar: Humildad y omnipotencia (1965-1982)

Por Victoria Verlichak

El oficio de galerista la elige a Ruth Benzacar. Los orígenes de la ahora reconocida galería comienzan cuando, apretada por la necesidad, Ruth decide vender algunas obras de arte argentino que colecciona junto con su marido Samuel. Así, a los 32 años Ruth se lanza a una aventura imprevisible. Pronto se da cuenta que lo suyo no era vender lo propio, sino incorporarse a un negocio en donde tiene todo por aprender. A tal efecto, habilita el living y los pasillos (hasta los dormitorios de sus hijos Orly y Ariel, en donde ubica los depósitos de cuadros), el patio y la maravillosa terraza de la vivienda de la calle Valle.

Primero vienen los amigos y los buenos conocidos, luego los amigos de los amigos. El círculo se hace cada vez más grande. Ruth y los artistas no saben que están haciendo historia. En la década del sesenta nadie anda con una cámara de fotos a cuestas todo el día. Faltan las imágenes de las charlas que Roberto Aizenberg, Juan Battle Planas, Juan Carlos Castagnino, Ernesto Deira, Jorge de la Vega, entre otros, dan en la casa de la familia Benzacar cuando presentan una obra, frente a unos gozosos asistentes que también disfrutan de sabrosas comidas orientales que cocinan Ruth y su madre. Sí están las fotos de Antonio Berni junto a una pantalla donde pasa diapositivas de su trabajo, en la sala tapizada de cuadros de otros artistas.





Según cuentan

jueves, 2 de octubre de 2014

Dawn Ades sobre Roberto Aizenberg

(Introducción al libro “Aizenberg” de Victoria Verlichak)

El 4 de noviembre de 1986 Roberto Aizenberg me recibió en el estudio de su casa de Buenos Aires. Yo me había enamorado de sus torres y quería conocer más sobre su trabajo. Me pareció asombroso que un artista de su visión y talento fuera prácticamente desconocido en Inglaterra y en el resto del continente europeo. Esta primera visita a la Argentina en 1986 fue parte de la preparación de “Arte en América Latina 1820-1980” [Art in Latin America 1820-1980] una inmensa muestra en la Hayward Gallery que finalmente se realizó en 1989.

Posiblemente la muestra era demasiado amplia y ambiciosa, pero es que teníamos una enorme cantidad de material nuevo y maravilloso.


Artes Combinadas: Roberto Aizenberg, de Victoria Verlichak Nuevo, al menos para historiadores ingleses como yo. La exposición trataba de una parte de la historia del arte con la que yo estaba familiarizada, pero que siempre quedaba escondida o en los márgenes. Sentí que había suma urgencia por presentar la mayor cantidad posible de ese arte al público europeo.

Al mismo tiempo, esto significó que no pudiéramos explorar en profundidad el trabajo de artistas individuales. Si hoy tuviera la oportunidad de curar una exposición que lo permitiera, se la dedicaría a Aizenberg. Los siguientes comentarios, que deben mucho a aquella conversación que tuvimos en 1986, se construyen alrededor de la intención de que esta muestra imaginaria se convierta en realidad.

Esa exposición, para la que este libro ofrece un excelente ejemplo modelo, presentaría la obra de Roberto Aizenberg desde una doble perspectiva: la primera establecería el carácter único y completamente distintivo de sus pinturas, junto con su desarrollo y crecimiento artístico. La segunda perspectiva exploraría las diferentes líneas que conectan su trabajo con el arte moderno en la Argentina, la pintura italiana, el Surrealismo y la avant-garde europea. Estas son categorías inusuales, pero la intención es integrarlas para permitir una visión única sobre un selecto grupo de obras de los artistas en los que Aizenberg estaba interesado: Batlle Planas, De Chirico y Max Ernst.

martes, 30 de septiembre de 2014

Lo mejor de Bioy

A propósito de la muestra “Bioy fotógrafo. El lado de la luz” en el Centro Cultural San Martín, VVerlichak recordó aquella entrevista que tuvo la oportunidad de hacerle a Bioy y evocó su ironía y su afabilidad tanto como las gigantescas bibliotecas de su piso de la calle Posadas.

Asimismo, recordó el dolor que expresó entonces Bioy Casares por la partida de su gran amigo Borges a Ginebra tan sólo seis meses antes de su muerte, en 1986. Según el escritor, ese no fue el deseo de Borges sino una manipulación de María Kodama para alejarlo de sus amigos.

Décadas pasaron desde el momento de la entrevista y, por esas cosas del tiempo, no pudimos hallar la entrevista. Es que en esos años todavía se hacía todo en papel.

En su lugar, publicamos una nota aparecida en Noticias el 2 de agosto de 1992, cuando Bioy Casares tenía 78 años.

Por Victoria Verlichak


Cuando el año pasado Adolfo Bioy Casares recibió el Premio Cervantes -la máxima distinción de las letras en idioma español- fue agasajado por el Rey Juan Carlos I, por los académicos, por los escritores y por la prensa de España. “Uno de los más importantes narradores de nuestro siglo”, dijeron con justicia y generosidad.

El escritor argentino, sereno, algo tímido y contento, seguramente agradeció a todos con su característica elegancia. Pero nadie se hubiera ofendido si hubiera destinado su entusiasmo mayor y su humor mejor a la aparición de “La invención y la trama”, publicado por la editorial Tusquets en coincidencia con el premio.

“La invención y la trama, maravilloso volumen con selección, introducción y notas de Marcelo Pichon-Rivière, presenta las obras escogidas del excelente narrador. La cuidada y erudita edición organiza la literatura y la visión de Bioy Casares. Son 762 sólidas páginas con “lo mejor de Bioy Casares”. Pichon-Rivière más que acierta cuando en una apretada frase dice que la parábola que propone la obra de Bioy Casares es “de las historias prodigiosas a las historias desaforadas”. Porque “en la luz trémula de lo supuestamente cotidiano el bárbaro romance continúa su gesta”.

Después del éxito en la Argentina de “Una muñeca rusa”, su último libro de relatos -poblados de humor, desasosiego, delirios y realidades, monstruos y monstruosidades-, aparecido el año pasado, muchos lectores se quedaron esperando más. “La invención y la trama” es un formidable recorrido por los casi 20 libros (*) -cinco novelas, 10 de cuentos, uno de crítica literaria, un ensayo sobre la pampa y los gauchos, un diccionario del argentino exquisito- del autor de la consagratoria “La invención de Morel”, la fantástica novela publicada en 1940.

Dividido en seis partes, el libro permite seguir sus obsesiones, cotejar sus demonios, descubrir su fino humor, encontrar al inventor y conocer al autor. Encierra una lectura para cada momento: aforismos, versos, relatos brevísimos, ensayos, novelas, cuentos. La autocronología que aparece a partir de la página 742 es deliciosa. Allí aparecen Silvina Ocampo y Jorge Luis Borges, claro. Figuran sus amigos, sus lecturas y escritos, qué y quién le importa: lo sutil hecho arte. V.V.



* Hay que recordar que este texto fue escrito en 1992.

lunes, 29 de septiembre de 2014

Año de conmemoraciones


Año de conmemoraciones, nacimiento de Marguerite Duras, Octavio Paz, Julio Cortázar, en este 2014 se cumplen también 100 años del nacimiento de Adolfo Bioy Casares, autor inolvidable de “La invención de Morel” (inspiración de la película “El año pasado en Marienbad”, de la serie “Lost”) entre otros textos, junto al monumental “Borges”, testimonio que lo muestra como un gran memorialista, relator de una amistad y de un tiempo real y literario de la Argentina.

Bioy Casares -fallecido en 1999- desarrolló entre fines de la década de 1950 y principios de la de 1970 una incesante actividad fotográfica.

Esta faceta desconocida del escritor, Premio Cervantes 1990, se refleja en “Bioy fotógrafo. El lado de la luz” (en el marco del encuentro “Fantástica BA”) con imágenes seleccionadas por Daniel Martino, curador de la muestra y de su obra literaria.

Son fotos familiares inéditas como las tomadas a su mujer -la escritora Silvina Ocampo-, a sus hijos, a Victoria Ocampo, a Borges, y a otros colegas como Cortázar o Manuel Mujica Láinez, a sus amores, paisajes urbanos, vistas de su estancia, de sus viajes, autorretratos como la selfie avant la lettre tomada en su casa de la calle Posadas.

Antesalas C y D y Hall salas A B - Centro Cultural San Martín, Sarmiento 1551.

Al 11 de octubre; lunes a domingo de 14 a 21, con entrada libre y gratuita. V.V.



                               

jueves, 25 de septiembre de 2014

Momentos de intensidad

Por Victoria Verlichak

Las tres piezas de la videoinstalación “Estado de emergencia” de Charly Nijensohn -con 12 proyecciones sincronizadas, acompañadas por un sonido inmersivo- parecen explorar límites terrenales y aventuras existenciales, tienen en el centro el hombre y a la naturaleza, con las contingencias del clima y el agua presente en todos sus estados. ¿Búsqueda metafísica, denuncia ecologista, confrontación entre el hombre y la naturaleza?

-En “El naufragio de los hombres” (2008, Salar de Uyuni, Bolivia) la lluvia torrencial (entre enero y febrero) en el Salar de Uyuni, a 3.000 m. sobre el nivel del mar, genera un mágico espejo natural que se extiende a lo largo de toda la línea de horizonte; contó con la participación de la comunidad aimará del pueblo de Colchan (Bolivia). Dirigida por Charly Nijensohn.; en colaboración con Juan Pablo Ferlat, Teresa Pereda & Edgardo Rudnitzky. Con la participación de: Florencio & Eduardo Quispe Mamani, Daniel, Jaime, Fanor & Ruben Quispe Flores, Francisco & Gustavo Nina.




martes, 23 de septiembre de 2014

Para no olvidar: los 280 días de la CONADEP

“Los 280 días. Del 15 de diciembre de 1983 al 20 de septiembre de 1984” de la CONADEP es la muestra que se exhibe en Sala E del Centro Cultural San Martín, a propósito de los 30 años de la descomunal tarea de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas. El sábado pasado, en “Parece que viene bien” -el programa de Pablo Gorlero, los sábados de 17 a 20 hs., en La Once Diez (Radio Ciudad, AM 1110)-, V Verlichak invitó fervientemente a verla. Dirigió sus palabras especialmente a los oyentes menores de 40 años. El informe -basado en los testimonios recabados durante esos 280 días, fue entregado por Ernesto Sabato (quien presidió la CONADEP) al entonces presidente Raúl Alfonsín (que decretó la creación de la Comisión) y dio origen al libro “Nunca Más”. En Sarmiento 1551; lunes a domingo de 14 a 21; al 30/10, entrada gratis. Ver más…

Los 280 días de la CONADEP

La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas -CONADEP- fue creada por decreto del Presidente Raúl Alfonsín, apenas asumió, el 15 de diciembre de 1983. Desde ese día, hasta el 20 de septiembre de 1984 -280 días- su trabajo se alojó en el segundo piso del Centro Cultural San Martín.

Necesaria, didáctica y visual, “Los 280 días. Del 15 de diciembre de 1983 al 20 de septiembre de 1984” exhibe:

-1- Una línea histórica desarrollando mes a mes los sucesos históricos y los inconvenientes que enfrentó.


lunes, 22 de septiembre de 2014

Gómez Canle y Da Rin: Trascienden las etiquetas

Trascienden las etiquetas

Por Victoria Verlichak

Las muestras de Max Gómez Canle y Flavia Da Rin, en los dos espacios de Ruth Benzacar, son las últimas individuales que se presentarán en su afamada sede de la calle Florida. Pero, antes de la mudanza definitiva a una amplia galería de escala “paulista” a fin de año, Benzacar organizará una colectiva de despedida. Artistas destacados en pintura y fotografía, Gómez Canle y Da Rin coinciden en la seriedad de sus investigaciones, las penetrantes atmósferas de otro mundo que reflejan en sus obras y el extremo cuidado en la puesta de sus exhibiciones. Además, luego de haber trabajado con ambos en muestras en Fundación Proa y en Bienal de Cuenca (Ecuador), quien escribe estas líneas puede dar fe del profesionalismo, buen talante y gran talento de ambos.

En “Invasiones mutuas”, las líricas pinturas de Max Gómez Canle (Buenos Aires, 1972) recrean cielos extraordinarios y montañas misteriosas, rodeadas por una flora que no se decide a estallar. En esta ocasión, las pinturas se hallan interferidas por formas de acento geométrico, marcos y varillas de madera dorada a la hoja, paredes que se asoman detrás del agujero de la tela rasgada. Como un mantra el artista repite estas palabras: “Comienzo, pared, marco, pintura, marco, pintura, marco, pared, marco, pintura, marco, marco, marco, pared, fin”, al tiempo que se pregunta si “se puede dar vuelta un cuadro como una media”.

¿Por qué Gómez Canle le otorga tanta importancia a estas intercepciones?

jueves, 18 de septiembre de 2014

Gumier Maier, Un artista intermitente














Una celebración.
El Rojas (Av. Corrientes 2038) cumple 30 años de su creación y sigue desarrollando sus espacios de teatro, literatura, múltiples cursos abiertos a la comunidad. La Galería del Rojas se inauguró 13 de julio de 1989 con la instalación de Liliana Maresca (1951-1994): “Lo que el viento se llevó”.
A continuación el capítulo dedicado a Gumier Maier en el libro “El ojo del que mira. Artistas de los Noventa” (Fundación Proa, 1998), de V Verlichak, que comienza así: “Algo mayor que los otros integrantes de este libro, Gumier Maier se halla en una categoría aparte. Artista, fue el curador de la Galería del Centro Cultural Rector Ricardo Rojas de la Universidad de Buenos Aires durante los años constitutivos de un importante grupo de artistas”.


Por Victoria Verlichak

Algo mayor que los otros integrantes de este libro, Gumier Maier se halla en una categoría aparte. Artista, fue el curador de la Galería del Centro Cultural Rector Ricardo Rojas de la Universidad de Buenos Aires durante los años constitutivos de un importante grupo de artistas.

Lo conocí primero como una firma en la revista “El Porteño” en la década del Ochenta, durante los primeros años de la recuperación democrática. Me llamó la atención por su discurso franco y disparatado, incisivo y abierto a la polémica, al debate de ideas.

Entonces no sabía que Gumier canta boleros como ninguno, ni tampoco que su visión sería decisiva en el desarrollo del arte de los Noventa. Le perdí la pista y lo volví a encontrar como curador del Rojas, como vulgarmente llamamos a la galería de Corrientes 2038. 

Al promediar su experiencia como curador, ya para entonces el afecto de muchos y su bien ganada fama lo precedían. Imagino que con una sonrisa, entre tierna y sarcástica, soportó la negación tanto como el reconocimiento del espacio que supo cuidar. Vio multiplicar el efecto de su tarea, al confirmar que muchos de los artistas elegidos caprichosamente por él, pasaron a engrosar las filas de expositores de lugares de prestigio como el ICI, el Museo Nacional de Bellas Artes, las galerías Ruth Benzacar y Aninna Nosei, de Buenos Aires y Nueva York.

Se despidió de su trabajo como curador presentando “El Tao del Arte” (1), una liberadora y provocadora muestra con la obra de 24 artistas, que exhibieron en la galería cuando él era su director. La exposición, en el Centro Cultural Recoleta, no solo resumió la propuesta estética albergada por Gumier -un trabajo en los bordes, nada declamatorio y sin una voluntad crítica deliberada- sino que recogió la vitalidad de parte del arte de los años Noventa. Gumier nunca pretendió arrogarse un copyright o imponer una línea, aún cuando es un feroz defensor de su tarea. Al margen y/o a pesar de sus intenciones, estiró los límites del arte,

martes, 16 de septiembre de 2014

Le Parc: Alegres destellos

Por Victoria Verlichak

Reconocido internacionalmente como figura central del lenguaje cinético, Julio Le Parc es un consagrado artista, investigador del movimiento y de la luz. La presencia de Le Parc en la inauguración de la espléndida intervención artística, realizada en Plaza de las Artes de Galerías Pacífico (Viamonte y San Martín) a fines de octubre, trajo nuevamente a primer plano el nombre del multipremiado artista, que vive en París desde 1958, con su mujer, la artista Martha Le Parc, y tres hijos.

Trampas para el ojo en estas dos piezas que conversan en el espacio, inducen a “la inestabilidad de la visión y desafían la mirada habitual” y maravillan a los visitantes con sus juguetones resplandores, provocando sorpresas y sonrisas.

El principio


 Julio Le Parc nació en Mendoza en 1928. No recuerda bien la historia, porque quizá nunca se la llegaron a contar del todo. Sí sabe que su abuelo Le Parc cruza el océano desde Francia, toma un tren en Buenos Aires en dirección oeste y se baja donde termina la vía, en la entonces villa de Rivadavia en el centro norte de la provincia de Mendoza. El abuelo llega a la zona a comienzos del siglo pasado; tiene alrededor de 40 años y enseguida se casa con una mujer de 18. A los pocos meses él muere, dejando sola a la joven con un hijo en camino. “Mi padre nace en 1904 y también fallece relativamente joven; aún tengo parientes en Mendoza, donde estuve por última vez en 2007”, cuenta el artista, elegante y vital como la catarata de movimientos y reflejos que emanan de sus bellas obras que lo rodean mientras habla.

Con su madre Angelia, y dos hermanos más, se establecen en Buenos Aires cuando Le Parc tiene 13 años y mientras trabaja para ganarse la vida entra en la Escuela Preparatoria que queda en Cerrito, donde conoce las propuestas de Lucio Fontana, profesor en dicha institución y creador del “espacio ilusorio” mediante perforaciones reales en el plano pintado. También se interesa por los artistas concretos, que deseaban cortar con el establecido arte figurativo y con la representación de la realidad y con cualquier huella de subjetividad.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Martha Peluffo: Tus pies no pisarán más la tierra




Apasionada, Martha Peluffo es una artista con una notable producción que merece una nueva e interesada mirada. Su muerte antes de cumplir los cincuenta años silencia una floreciente trayectoria artística y corta una vida coloreada por sus amores, que le traen tanto fulgores como dolores. Unos años antes del final, la artista borronea, melancólica, un poema en el que añora volar “libre y móvil”, sabiéndose desprovista de “poder” e intuyéndose sin retorno. “Cuando des el salto / volarás / y tus pies no pisarán más la tierra (…) / de agresión y de sufrimiento”, deja escrito en letra pareja y tensa, quizá pensando en la muerte, y retomando el tema del “vuelo”, metáfora central de una provocativa serie de dibujos y pinturas.

Aun cuando comienza a ser conocida a partir de la segunda mitad de la década del cincuenta, saltando entonces inusualmente a la esfera pública, y desarrolla una trayectoria profesional de casi treinta años, ella y su trabajo han quedado identificados en el imaginario de cierto público principalmente con los años sesenta, porque su protagonismo fue entonces tan excepcional como su tarea. En efecto, su figura puede ser comprendida como un emergente de esos años, quizá también porque su vida es igualmente utópica y neorromántica, tal como suele ser caracterizada esa década.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Fabio Kacero: Mi obra no soy yo

La tercera muestra reseñada por V Verlichak en “Parece que viene bien” (el programa de Pablo Gorlero, los sábados de 17 a 20 hs, en La Once Diez (Radio Ciudad, AM 1110), fue “Fabio Kacero. Detournalia”, con la producción del artista entre 2001 y 2013. En este desvío (detour) de su trabajo, se reencontró con la escritura, utilizando las palabras como material de sus nuevas obras. A continuación el capítulo dedicado a Kacero (que repasa su vida y obra hasta 1998) en el libro “El ojo del que mira. Artistas de los Noventa”, de V Verlichak. Las fotos que acompañan el texto pertenecen a la etapa reseñada en el libro.

Fabio Kacero: Mi obra no soy yo

Por Victoria Verlichak


Fabio Kacero reemplaza ciertos gestos de la pintura con objetos. Le gusta la sobriedad. Las estridencias lo abruman. Su trabajo se presenta breve. Esa síntesis aparece tanto en sus objetos grandes acolchados como en los pequeños con transparencias. Hay un despojamiento que es inversamente proporcional al complicado proceso de producción de los objetos de gran tamaño. El entrenamiento del desprendimiento requiere un enorme trabajo y Kacero lo hace.


En su curriculum figuran pocas individuales, las suele postergar porque en realidad no soporta la presión de enseñar, estar y hablar. El Rojas y Benzacar lo han exhibido repetidamente. La sobrecomunicación de las inauguraciones lo enferma. Se enferma, en serio. Esto no quita que igual, aunque más espaciadamente, las lleve a cabo, como la que actualmente se exhibe en la galería de Kravets-Wehby en Chelsea, Nueva York (1998).

Fue con el artista que más horas grabé, porque es al que más le cuesta comunicarse. Sus dudas y silencios son legendarios. “Es que descarto, tacho, tacho”, aclara. Precisamente fue su reserva lo que me llamó la atención durante una comida en lo de Finita Ayerza, en donde todos -Juan José Cambre, Guillermo Conte, Chula Fernández, Guillermo Kuitca, Inés Katzenstein, Martín Rejtman, Adriana Rosenberg- discutíamos y reíamos a unos decibeles imposibles para Kacero. Quieto, Fabio escuchó y comió los ñoquis caseros de Finita.


martes, 9 de septiembre de 2014

Natalia Cacchiarelli: Ritmos y estructuras


A mediados de marzo 2014, Natalia Cacchiarelli fue entrevistada en Artes Combinadas; el audio está disponible aquí
https://archive.org/details/ArtesCombinadasPrograma2EntrevistaNataliaCacchiarelli


 V Verlichak, A propósito de la muestra de Cacchiarelli en The Mission Projects, Chicago, V Verlichak escribió un texto en el catálogo.

Cadencias y vibraciones en el regocijante trabajo de Natalia Cacchiarelli (Argentina, 1971), que enciende la mirada y desata inesperadas asociaciones. Ajenas a todo intento de representación, sus obras irradian una estética de lo mínimo e indagan acerca de la naturaleza misma de la pintura. Las minuciosas exploraciones de variaciones cromáticas y la búsqueda en el perfeccionamiento de la línea y la forma sugieren obsesión y repetición, condimentadas con una admirable perseverancia.

Son dos conjuntos de piezas, con elementos de la geometría, que compendian una concurrente apariencia tan oscilante como estable, generando sutiles variaciones y notables impresiones. En Degradé, el ordenamiento a intervalos regulares de franjas verticales de tela, en una pared de fondo blanco, conversa con las obras de inquietas rayas e hipnóticas cuadrículas de la serie "Vértigo", creando gran impacto sensorial. Dispuesta a la manera de un puzzle, la instalación "Triángulos" extiende ondulaciones en la pared de enfrente.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Alejandro Kuropatwa: Sólo por hoy

Artes Combinadas presenta el capítulo dedicado al fotógrafo argentino Alejandro Kuropatwa, que falleció de sida el 5 de febrero de 2003 en Buenos Aires; acababa de cumplir 47 años. Desde hace años que era una figura reconocida de la escena local por su fotografía insolente, placentera e incómoda y por sus gestos políticos vinculados con su enfermedad.
Su última muestra, una retrospectiva de 120 fotografías que llamó Manifiesto, se inauguró en junio 2002 en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires. Hace rato que Alejandro, que había encontrado consuelo en la religión judía, trabajaba sabiendo que era “sólo por hoy”. Era querido y será extrañado.

“El ojo del que mira. Artistas de los Noventa” (Fundación Proa, Buenos Aires, 1998) de Victoria Verlichak.


Alejandro Kuropatwa. Sólo por hoy

Alejandro Kuropatwa es uno de los fotógrafos actuales más interesantes. Por sus implicancias personales y sociales, la semblanza de Alejandro pertenece más a esta década, aún cuando su trayectoria artística comenzó mucho antes.
Como quiera que sea, en estos momentos de frágiles percepciones, Kuropatwa comenzó a existir para mí en 1990, tras el impacto de la muestra “Treinta días en la vida de A.”. Me llevé a casa el libro de tapas azules publicado por Benzacar para la ocasión. Miraba las fotos a menudo, pasaron varios días y yo aún seguía indecisa. Desconfiaba de la fuerte impresión que me causaban. No sabía qué pensar. ¿Las imágenes rayadas eran tramposas y estaban repletas de trucos? La opinión de un psicoanalista amigo, hizo que atendiera a mi emoción. Descubrí que las intrigantes fotos eran verdaderas. Eran audaces e inesperadas apariciones y desapariciones deslizándose frente al desnudo ojo del que mira.
Conocí personalmente a Alejandro unos meses después, cuando fuimos a visitarlo con Orly. Ella quería que yo vea las fotos de su próxima muestra -nadie lo decía pero todos lo pensábamos: ¿sería la última?- en el Rojas, quería que yo publique algo en “Noticias” quería verlo a Alejandro contento. Comimos los deliciosos vareniques que había hecho su mamá. Me acuerdo que en esos días no estaba nada bien, a veces hinchado por los remedios, otras por el acompañante terapéutico. También me acuerdo de un cumpleaños que hizo un domingo al mediodía. Estaba feliz. Allí estaba su padre y una fauna más bien nocturna que se había despertado con esfuerzo para ver al amigo. Eran y son permanentes sus cambios de estados de ánimo. Hay días que es expansivo, ocurrente y otros que no, que no le interesa hablar, recordar detalles, datos, fechas. Según el momento, los tonos disparatados y divertidos se alternan con una voz cansada y monótona.
Entre los almuerzos preparados por Celsa -su hada, como él la llama-, pude tomarle el pulso a una vida llena de ilusión y desesperación. Pude apartar sus tics y su sensación de ser “centro del mundo” para apreciar su humor y coraje, el coraje de estar más solo. No lo dice, pero todos podemos ver que el suyo es un combate duro contra la enfermedad. Lo vi con y sin bigote, más gordo, más flaco. El Kuropatwa de hoy es capaz de gestos políticos y de sensatos ahorros de plata y energía. Exagerado, hay que escucharlo hablar, arrastra algunas palabras y se le nota un perfecto inglés por detrás.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Crónica de una tragedia y retrato de una sociedad

Por Marina Oybin




Las fotografías de Mayra Martell tienen el extraño encanto de volver la ausencia potente presencia. Ensayo de la identidad reúne una serie de fotografías sutiles y -al tiempo- poderosas que Martell viene tomando desde 2005. Hoy sigue trabajando en este proyecto. Sus fotos son huellas, rastros de mujeres asesinadas, víctimas del femicidio y la trata de personas en Ciudad Juárez, Chihuahua, México. 

Martell nació y vivió en Ciudad Juárez hasta los 19 años. Estudió fotografía en EE.UU., Cuba y México. Cámara en mano, ya con 24 años, regresó y se acercó a las familias de las jóvenes desaparecidas. Habló con madres desesperadas, quebradas. Confiaron en ella: le mostraron fotos, álbumes, cuartos intactos desde la desaparición de sus hijas, cartas, camas vacías, ropa guardada con amorosa devoción que -dicen las madres- aún huelen a sus hijas. Este inolvidable ensayo fotográfico, que incluye además de fotos, videos, entrevistas con familiares de las víctimas y con presuntos homicidas es, sin vueltas, un documento sobre la memoria. 

sábado, 30 de agosto de 2014

Gaspar Libedinsky, El viaje de la vida


Por Victoria Verlichak
(nota para D&D n. 140)

“Yo hago el moldeado de argumentos que se manifiesta como arte, arquitectura y diseño, materia prima de mis obras que se desarrollan en torno a la temática de la ciudad y la domesticidad, la apropiación del espacio por el individuo y la generación de identidades urbanas”, dice Gaspar Libedinsky (Buenos Aires, 1976).

Cuando estudió en Architectural Association (AA) de Londres generó su propio programa de estudios y siguió una visión situacionista, que contempla el espacio de la arquitectura como psicogeográfico. “Mi tesis de grado fue acerca de las prisiones, la expresión y uso más extremo de la arquitectura”. Así, entre su deambular por la ciudad sin rumbo fijo, paseando su mirada por el espacio urbano y recogiendo señales, y su preocupación acerca de muros perimetrales y disociaciones, Libedinsky sostiene un vínculo de conflicto con la arquitectura. 


Artista y arquitecto, vive seis meses en Buenos Aires y reparte el resto del año entre Nueva York y Londres, donde enseña. Le gusta la vida de barrio tanto como su luminoso departamento de Nuñez, porque allí abrió las cajas y lo llenó con sus cosas, historias de su vida viajera; trabajó en Rótterdam en el estudio de Rem Koolhaas y en Barcelona en Cloud 9.

Usa bicicleta, frecuenta la parrilla de la esquina y el gimnasio de la vuelta, donde corre y hace natación; en el exterior, corre en la calle. Eso sí, su estudio es tan itinerante como él; ahora está en Once en el bsm ARTS building que alberga los talleres de varios artistas.

Obras en diálogo

La reflexión de Gaspar acerca de las jerarquías se verifica claramente en sus “obras textiles”. La escala doméstica de las pantuflas hechas con tejidos de alfombra de la muestra Arquitectura para el cuerpo (Malba), contrasta con la escala del Monumento al hombre común (Centro Metropolitano de Diseño). Esta escultura blanda, izada por una única soga y un sistema de poleas -capaz de ser “desinflada” en un solo movimiento-, conformada por uniformes formales (trajes de vestir usados) se contrapone con los uniformes de Mr. Trapo inspirados en la actividad informal de los “trapitos”, cuyos paños terminaron en Vitraux.

Libedinsky acaba de mostrar su serie Mr. Trapo -primero exhibida en el programa para artistas de Universidad Di Tella / Beca Kuitca- en Nueva York, en galería Praxis de Chelsea, a pasos del Highline. Desplegó esas creaciones de vestimenta masculina confeccionadas con paños de limpieza que cambiaron su destino, renaciendo bajo la forma de ropas deportivas y conjuntos de vestir, en los que queda de manifiesto “el deseo intrínseco del trapo por ser una determinada prenda”. La tarde de la inauguración, Praxis desbordaba de gente y Gaspar estaba feliz jugando de local. Es que trabajó en el estudio Diller Scofidio + Renfro y fue diseñador principal del parque High Line; donde incluso mostró su destreza como malabarista, oficio que aprendió sólo y practicó de chico en Plaza Francia y en calles porteñas. Curioso y osado, el trabajo de Gaspar se nutre de la observación directa de la vida cotidiana y el espacio público.

jueves, 28 de agosto de 2014

Dos notas sobre Silvia Gurfein







 Silvia Gurfein en Galería Praxis y Fundación Klemm

(ArtNexus N° 92, 2014)

La memoria de las producciones artísticas de los años ’80 registra a Silvia Gurfein (Buenos Aires, 1959) participando en las artes escénicas, su interés primordial entonces, junto a la filosofía y la música; preocupaciones a las que añadió el video, el dibujo, la pintura y la escritura, incluso creando un taller de escritura para artistas en 2010. Artista autodidáctica, su hoja de vida señala que su primera muestra fue en 2001; participando a partir de entonces en exhibiciones dentro y fuera de la Argentina.


Casi 10 años después obtuvo con una instalación de pintura, Origen y Fin, el primer lugar en el XV Premio Klemm a las Artes Visuales, que le otorgó además la posibilidad de exhibir individualmente en 2013, en Fundación Klemm. Un mes antes, en octubre, Gurfein anticipó en Galería Praxis el desvelo y espíritu de búsqueda que vincula filosófica y estéticamente a las dos muestras. En ambas trabajó también con lo que queda en el taller luego del trabajo del día: manipuló restos de materia y pigmentos en paletas y telas. Las piezas incluso reflejan el tiempo del proceso creativo, las horas de esfuerzo físico y de reflexión estética e intelectual.

martes, 26 de agosto de 2014

Proyecciones metafísicas, en Fundación Telefónica

La memoria y el futuro de las comunicaciones a través de un trayecto participativo y un itinerario estético y quimérico y en el nuevo Espacio Fundación Telefónica.
Por Victoria Verlichak


Las alas del “mensajero” que iluminan la fachada del Espacio Fundación Telefónica, EFT, insinúan los cambios operados por la institución más allá de su adecuación arquitectónica, que incluye salas de exposiciones, auditorio acondicionado con tecnología de última generación, aula taller. Las muestras inaugurales establecen el tono y acompañan el ritmo de las vertiginosas transformaciones tecnológicas que conducen al protagonismo actual de la cultura digital.

Hermes el Mensajero, de Hernán Marina


La intervención de Hernán Marina -con 300 metros lineales de tubos de neón de color turquesa- que alumbra la antigua Central (telefónica) Juncal en Buenos Aires sintetiza el nuevo proyecto de la Fundación. El pie con alas de “Hermes, el mensajero” es un recorte de la imagen del dios griego de la comunicación. A tono con lo que posibilitan las aplicaciones de la tecnología y la cultura digital, la instalación lumínica anuncia velocidad y transmisión de conocimiento.
La sugerida presencia del brillante heraldo augura la posibilidad del entendimiento y el arte de interpretar, quizás, los significados ocultos de “El ecosistema de las comunicaciones” -con artefactos que proponen a los visitantes vivir distintas experiencias, formas de creatividad y aprendizaje- y de la bellísima videoinstalación “Estado de emergencia” de Charly Nijensohn, con asombrosas imágenes de territorios desconocidos.